Allá vienen las carretas…
lo han dicho el pinar y el viento,
lo ha dicho la luna de oro,
lo han dicho el humo y el eco…

Son las carretas que pasan
estas tardes, al sol puesto,
las carretas que se llevan
del monte los troncos muertos…

¡Cómo lloran las carretas
camino de Pueblo Nuevo!

Los bueyes vienen soñando,
a la luz de los luceros,
con el establo caliente
que huele a madre y a heno.

Y detrás de las carretas,
caminan los carreteros,
con la aijada sobre el hombro
y los ojos en el cielo.

¡Cómo lloran las carretas
camino de Pueblo Nuevo!

En la paz del campo, van
dejando los troncos muertos
un olor fresco y honrado
a corazón descubierto.

Y viene el Ángelus desde
la torre del pueblo viejo,
sobre los campos talados
que huelen a cementerio.

¡Cómo lloran las carretas
camino de Pueblo Nuevo!


Juan Ramón Jiménez
“La tristeza del campo”, VIII. “Pastorales”

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